Sábado, 19 de Julio de 2025 | 16:26:32
SÁBADO, 19 DE JULIO de 2025

Científicos se unen para combatir a las enfermedades neurodegenerativas

A partir de análisis bioinformáticos a gran escala, investigadores de todo el mundo buscan develar los misterios del Alzheimer y el Parkinson. Se calcula que afectan a 60 millones de personas y no hay tratamientos efectivos.

Una colaboración de investigadores de distintas partes del mundo presenta un mapa molecular de enfermedades neurodegenerativas, con el objetivo de analizar cientos de millones de muestras. Hacerlo de esta manera, habilitará, como nunca, a conocer en detalle los principales enigmas que encierran padecimientos como el Parkinson y el Alzheimer. Afecciones cada vez más prevalentes si se tiene en cuenta el incremento de la longevidad promedio en todo el planeta. De hecho, se estima que alrededor de 60 millones de personas padecen cuadros compatibles con alguna, y que uno de cada dos mayores de 80 años tiene demencia.

 

La institución que está a cargo de revertir esta situación y que promete ser un punto de inflexión al respecto es el Consorcio Global de Proteómica de la Neurodegeneración (GNPC, por sus silgas en inglés), una organización que recibe el financiamiento de gobiernos, fundaciones y laboratorios. Esta semana presentó sus primeros resultados, que condensan estudios difundidos en revistas académicas de prestigio como Nature. En concreto, 23 grupos de investigación alrededor del mundo (Estados Unidos, Europa y Australia) aportaron 40 mil muestras de fluidos (plasma sanguíneo o líquido cefalorraquídeo) de pacientes y realizaron el análisis de 250 millones de proteínas.

 

 

En la época del big data, la información habilita una producción de conocimientos sin parangón, pues lo que antes hubiera costado años, en el presente apenas toma un suspiro. Con softwares sofisticados comandados por cerebros entrenados se vuelve posible crear un nuevo mapa, de acceso libre, para conocer las rutas de enfermedades que constituyen problemas de salud pública cada vez más recurrentes. De hecho, a la fecha, aún es más lo que se desconoce que lo que se conoce sobre estas afecciones; aspecto que dificulta su diagnóstico temprano y acceder a la chance de un envejecimiento saludable.

 

Laura Morelli, doctora en Bioquímica y especialista en enfermedades neurodegenerativas, señala a Página 12: “El trabajo es el resultado de un esfuerzo conjunto de varios grupos de investigación utilizando tecnologías de última generación y análisis bioinformáticas sofisticados. Un aporte fundamental en el campo que seguramente ayudará al diagnóstico temprano de las enfermedades y a la implementación de terapias que puedan relentizar el deterioro cognitivo”. Luego, la investigadora del Conicet en el Instituto Leloir agrega: “Este tipo de avances solo son posibles con una fuerte y sostenida financiación y son difíciles de implementar en países de bajos recursos”.

 

La presencia de determinadas proteínas en las muestras habilita a una mejor y más rápida definición de las enfermedades. Un diagnóstico más calibrado, en última instancia, ajusta las posibilidades de crear tratamientos orientados a las necesidades de cada paciente. Por caso, hasta el momento, los investigadores del Consorcio han comprobado que el Alzheimer, el Parkinson y la demencia frontotemporal comparten vías comunes de respuesta inmunitaria e inflamación. Al mismo tiempo, más allá del denominador común, cada cual posee huellas biológicas que la identifican. Por ejemplo, en el Alzheimer, la proteína ARCP2 es la responsable de mantener la estructura de las neuronas.

 

Es decir, hay características a nivel molecular que emparientan a las enfermedades y otras que las diferencian. Conocer aspectos comunes y específicos es un camino que deberá recorrer la ciencia para mejorar las chances de los pacientes una vez que llegan al consultorio.

 

Además, desde el Consorcio observaron cambios en las proteínas que pueden anticipar hasta con dos décadas de antelación cierta predisposición a las afecciones neurodegenerativas; de la misma manera que se reportaron indicios y perfiles de proteínas que podrían indicar un envejecimiento saludable.

 

Hay algunas personas que tienen proteínas que comúnmente se identifican con enfermedades neurodegenerativas y, sin embargo, pese a la predisposición biológica, la enfermedad no avanza. La heterogeneidad que se deduce del examen de las muestras es mucho más común de lo que, a priori, se podría intuir. Por otra parte, hay un gen, como APOE ?4, que usualmente fue asociado al riesgo de Alzheimer (constituye el principal factor a edades avanzadas) y mediante nuevos trabajos aportados se registró también un rol destacable en Parkinson y Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).

 

Tanto el Alzheimer como el Parkinson, según arrojan los trabajos producidos por el Consorcio, pueden ser comprendidos desde una perspectiva más integral de envejecimiento. Esto es: mientras que el Alzheimer podría relacionarse con personas que tienen el cerebro más viejo de lo que deberían; el Parkinson tiene un vínculo con el envejecimiento muscular. Las enfermedades no suceden en el vacío, sino que lo hacen en un cuerpo, que está profundamente interrelacionado con los padecimientos.

 

Aunque por el momento, el Consorcio ha concentrado sus esfuerzos en el estudio del Alzheimer, el Parkinson y la demencia, en el futuro también se ocuparán de otras enfermedades, como la esclerosis múltiple. El norte de la ciencia es claro: conocer más para intentar mejorar la existencia de millones. 

 

Fuente: Página12

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