A partir de la revisión de los datos oficiales, las centrales obreras y analistas consideran que además de los despidos, se incrementa la precarización contractual en el mercado de trabajo registrado, solo una rama del capítulo laboral de crisis.
Crecimiento del monotributo social mediante, en un 14% a octubre pasado y en comparación con el mismo mes del año anterior, ese dato ahonda preocupaciones respecto de la evolución del mercado laboral.
Al contrastar el crecimiento de los trabajadores privados del 1,2% y el 1,3% de los estatales para el mismo período, la diferencia es, cuando menos, notoria. "El monotributo y su variante social son las figuras ocupacionales que presentan tasas de crecimiento más altas en los últimos dos años", según el coordinador del Observatorio de Derecho Social de la CTA Autónoma, Luis Campos.
Además del dato duro, en el escenario conceptual, Luis Roa, abogado laboralista y referente de la Agrupación Norberto Centeno, sintetizó al monotributo social como un fenómeno de "cuentapropismo trucho" y acotó "en síntesis es precarización para los trabajadores, los sustrae del derecho a la organización sindical y por ende a la negociación colectiva. No olvidemos que la reforma laboral estimula a los cuentrapropistas y pretende excluirlos de la Ley de Contrato de Trabajo, como también a quienes dependan de ellos".
En la Casa Rosada consideran, en cambio, que la validación de las estadísticas de la cartera laboral se resume en el conteo de datos de la AFIP, mientras que fuentes de la mesa de economistas del PJ le deslizaron a este medio "contar cuit o cuiles no significa que revelen actividad. En cambio la APH del INDEC sobre 80.000 casos monitoreados es más precisa. Y cuenta con el monitoreo del FMI, para ilustrar números con mirada global". Resumen así que un monotributista puede estar meses sin desarrollar labor alguna, y seguir estando registrado al mismo tiempo.
La lectura del economista Martín Kalos, director de EPyCA Consultores, también enfocó al monotributo social como síntoma de precarización. "Muchas veces se lo usa para encubrir relaciones de dependencia bajo la forma de trabajadores independientes o cooperativas donde se tercerizan tareas. Asemejarlo a un trabajador registrado con plenos derechos esconde la baja calidad del empleo que se está creando en esta etapa de recuperación económica", le comentó a este diario.
Según Kalos hay una estrategia política fomentada también desde el discurso y las medidas que ha adoptado el Gobierno Nacional hasta el momento, y que "tiende a menoscabar los controles externos a las empresas, por parte de organismos estatales como la AFIP, e incluso los controles internos que pueden llevar adelante en las propias compañías los delegados sindicales electos en cada establecimiento".
