Amavet consideró que la institución debe ser un refugio ante la falta de protección social que afecta especialmente a sectores vulnerables como los jubilados y las personas con discapacidad.
Con un mandato de cinco años por delante, Lisandro Amavet, el nuevo Defensor del Pueblo de Paraná adelantó que se propone recuperar la confianza institucional y suplir el vacío de las figuras nacional y provincial en un contexto marcado por la retracción de derechos y el reclamo ciudadano.
Tras un proceso de concurso y debate, Lisandro Amavet fue elegido por unanimidad por todos los bloques del Concejo Deliberante para conducir la Defensoría del Pueblo de Paraná. Su gestión, que se extenderá por los próximos cinco años, se inicia en un escenario que el propio Amavet califica como en una época complicada. En este sentido, Amavet expresó: “Que la sociedad sepa que uno de los nuestros, un vecino, nos va a defender ante las distintas administraciones”.
El nuevo Defensor asumió el cargo el viernes 19 con la expectativa de ser un representante directo de sus conciudadanos en un momento donde percibe una retracción de derechos por parte del Estado.
Según precisó el portal Debate Abierto, para Amavet la institución debe ser un refugio ante la falta de protección social que afecta especialmente a sectores vulnerables como los jubilados y las personas con discapacidad.
El nuevo funcionario destacó que “el Estado ha dejado de cubrir a todos los conciudadanos”, señaló, enfatizando que la Defensoría debe ofrecer una escucha activa para canalizar los reclamos que muchas veces no encuentran respuesta en otras dependencias”.
Un aspecto crítico de su futura gestión es la sobrecarga de competencias que recae sobre la figura municipal. “Debido a que la Defensoría del Pueblo de la Nación no tiene un titular designado desde 2009 y que la ley para el defensor provincial nunca se concretó, el Defensor de Paraná termina absorbiendo problemáticas que exceden lo local, como temas de identidad, migración y documentación”, sostuvo.
Ante este panorama, Amavet se comprometió a mantener una postura amplia y abierta para no rechazar a los vecinos por cuestiones de competencia administrativa.
Para llevar adelante esta tarea, Amavet contará con un equipo que combina experiencia y conocimiento técnico. Trabajará junto a Fernando Veiga, licenciado en gerontología y empleado de carrera de la institución, y con Marcia López, la defensora saliente, quien asumió como defensora de los adultos mayores.
Entre los objetivos a largo plazo, se destaca la continuidad de funciones claves para la democracia, como la organización de los debates públicos de candidatos, una tarea que busca elevar el nivel de la discusión política en la sociedad.
Finalmente, Amavet subrayó que el éxito de su gestión no solo se medirá por la resolución de conflictos, sino por la promoción de derechos y la recuperación de la credibilidad institucional.
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